Diez años de prisión por homicidio para el autor del crimen de Cantagallo
El Tribunal Supremo ratificó la condena de diez años de prisión que la Audiencia de Salamanca impuso el pasado año a Ángel María R.C, de 34 años y natural de Puerto de Béjar (Salamanca), como autor de un delito de homicidio doloso cometido en la persona de María Carmen Hernández, la mujer de Cantagallo (Salamanca) que apareció muerta en el verano de 2006.
FOTO EXTRAÍDA DE EL MUNDO.ES / En su fallo, la Sala de lo Penal del Alto Tribunal, con el voto discrepante del magistrado Luciano Varela Castro, quien estima que Ángel María R.C. debió ser condenado por delito de homicidio imprudente, en lugar de homicidio doloso, acordó desestimar los recursos de casación interpuestos tanto por el propio condenado como por la acusación particular y, por ello, ratificó en todos sus términos la sentencia de la Audiencia salmantina, según informaron fuentes jurídicas.
El autor de los hechos, condenado igualmente al pago de una indemnización de 217.000 euros, aseguró durante el juicio que no se acordaba "de nada" de lo que hizo el 20 de agosto de 2006, la noche que había desaparecido la víctima, porque había consumido alcohol y drogas la noche anterior.
Ese día fue vista por última vez Mari Carmen Hernández, de 44 años y natural de Cantagallo (Salamanca), cuando paseaba como todos los días por la carretera nacional 630. Posteriormente, el 4 de septiembre del mismo año se encontró su cuerpo semidesnudo entre la maleza del ’Alto de la Garganta’, un sitio cercano a Puerto de Béjar.
Las pruebas derivaron a la presunta autoría de A.M.R.C., que trabajaba en el matadero de Béjar y donde los agentes que investigaban el caso encontraron restos de la víctima, además de joyas en su domicilio que llevaba puesta la víctima el 20 de agosto.
El fiscal había pedido trece años y medio de prisión para A.M.R.C. por homicidio y detención ilegal en grado de tentativa, mientras que la defensa del acusado solicitaba la absolución por permanecer bajo los efectos de las drogas y no acordarse de lo sucedido. En cambio, la acusación particular consideraba que la pena debía estar entre 20 y 23 años por asesinato y robo con violencia.
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