Carta abierta de Pilar Carballo González
Nos vamos.
Somos jóvenes, abiertos, con grandes ilusiones, pero nos vamos.
Hoy queremos dar las gracias a todos esos candelarienses que nos abrieron sus puertas hace casi dos años, darle las gracias a toda esa gente de este maravilloso pueblo que nos han abierto sus corazones y nos han entregado todo lo que tenían y más.
Nos vamos, y somos jóvenes.
Nosotros no entendemos de bandos, no entendemos de familias, no entendemos de praos ni de huertas, de cazadores ni de montañeros. Nosotros no entendemos nada.
No entendemos porqué este maravilloso sitio no nos puede ofrecer más. A nosotros, que somos jóvenes y hemos luchado por quedarnos aquí y formar parte de vosotros. A nosotros, que lo dejamos todo y apostamos por un futuro en un pueblo de novecientos habitantes. A nosotros, que llevamos dos años explicando a muchos jóvenes las ventajas de vivir aquí, en Candelario.
Nos vamos, y somos jóvenes.
Somos dos, dos más que se van, y que no se quieren ir, no lo olvidéis. Dos que se van porque han agotado ya todos sus recursos, porque llegaron al final de una calleja y vieron que estaba cortada, que no podían pasar, que no les dejaban pasar.
Coritos!! Candelarienses!! Luchad por vuestros jóvenes, que son el futuro. Luchad por vuestros jóvenes ya que no habeis podido luchar por los que hemos venido de fuera apostando por vosotros.
Son vuestros hijos, vuestros nietos, entended de una vez que sin ellos Candelario caerá en el abandono, que ellos son el futuro, que ellos serán la vida en este pueblo.
Nosotros nos vamos...
Aún así, hemos ganado. Nos llevamos el corazón lleno, que no lo olviden esos amigos que dejamos aquí.
Nos llevamos el agua de la Fuente de La Hormiga, nos llevamos Puente Nueva y Llano Alto; el olor de la calleja de Andrés, el sonido de la calle de la regadera. Nos llevamos también la Cuesta de La Romana y las tardes en el parque, no nos dejaremos aquí ni la Plaza del Solano ni la Fuente de Perales, que ya son nuestras.
En las mochilas nos llevamos las cerezas de Félix y las moras que salen en la carretera del Camping, que son las más gordas. También echaremos las estrellas de la Peña de la Cruz y los paseos hacia la Muela, el patio de la Casa de la Sal y los bancos del chorrillo.
Pero sobre todo, os llevamos a vosotros. Porque ya formáis parte de nosotros, y nosotros de vosotros. Que no hemos nacido aquí, pero amamos este pueblo y a su gente, no lo olvideis.
Nos vamos, y somos jóvenes.