La malla metálica de la curva de la herradura podría “venirse abajo”.

El 4 de diciembre de 2008 el terraplén de la curva de la herradura fue recubierto con malla metálica para evitar que los desprendimientos, que se daban con frecuencia, llegaran a la carretera.

Desde el tercer día de la colocación de esta malla se apreció que la obra presentaba un claro defecto, las piedras que se desprendían del terraplén quedaban acumuladas en la parte baja de la malla formando una balsa de piedras. Estas piedras podrían producir un peso mayor del que la red metaliza puede sostener, y de continuar así se pueden dar dos circunstancias; la primera que la red se rompa, y en el mejor de los casos, las piedras caigan en la cuneta, la segunda que la malla metálica se venga abajo y caiga sobre la calzada.