Gecobesino Chantage
BEJAR.BIZ
Ya tenemos aquí la crónica de una muerte anunciada. Las estaciones de esquí sólo subsisten o metiendo ingentes sumas de dinero público o financiándose mediante promociones urbanísticas previa especulación con el suelo, que pasa a ser reclasificado una vez que es propiedad de la empresa gestora de la estación y/o asociados, no vaya a llevarse la plusvalía el propietario original. Existe también otra posibilidad que consiste en llevarse la pasta por tres vías, dinero público por un lado, obra social de una caja de ahorros por otro, y urbanismo salvaje como tercer aporte pecuniario, esta vía se llama “Aramón”, por la que apuesta el Secretario General del PSOE de Castilla y León.
Al “megalómano filántropo” que ha pilotado la iniciativa más importante desde hace un SIGLO en Béjar (hay que tener una hipertrofia testicular mayor que el caballo de Espartero para albergar esa concepción de sí mismo), se le ha pinchado la financiación vía ladrillo, con lo cual salió como un rayo a respaldar la ocurrencia del mandatario regional socialista.
Eso sí, el “egregio benefactor” es sabio en administrar sus intervenciones públicas y en utilizar las circunstancias a su favor para proclamar, el año que más nieve hay en la sierra, que o las administraciones sueltan la gallina o les deja el muerto, después de haber recabado apoyos incondicionales de políticos de uno y otro signo. Las administraciones mientras tanto agarrándose a un clavo ardiendo, en vez de valorar la relación coste – beneficio (sin olvidar los costes medioambientales) de la estación, comparándola con alternativas posibles a las que dedicar el dinero que les exige este “paladín del progreso”. Como, por añadidura, vivimos en una provincia en la que la región no tiene política industrial, el principal objetivo de los que nos gobiernan es vender humo y llenar periódicos y radios con pura filfa.
Con el terreno bien abonado el “insigne bienhechor” ha dado un golpe en la mesa, dando un plazo ridículo con el único objetivo de abandonar “La locomotora de la economía bejarana” la estación pretexto para ganar dinero con “La Condesa”. La Condesa, tan noble ella, está “rehipotecada”, con lo cual el negocio reside en largarse y dejar los terrenos a Caja Duero. El terreno rústico se compró a “X” euros, se cambia la clasificación del suelo, se hipoteca, y me dan “X por 10” euros, no se paga la Hipoteca, me quedo con el dinero y Caja Duero tiene unos bonitos praos, eso sí con su muro perimetral que añade un “valor añadido” inconmensurable a la propiedad.
Además como el “gran señor” sabe que en terrenos protegidos las dificultades para la expansión de la estación son grandes, pide que se declare de interés regional, bonita argucia legal que usa la Junta para evitar varapalos jurídicos como el de San Glorio, en el que tuvieron tres sentencias en contra, y evitar también alegaciones de la morralla ecológica y ciudadana. Sentencias que prueban que a pesar de que el señor Montero hable de la compatibilidad de esquí y Parque Natural, no todos los jueces se tragan ese cuento.
La burbuja inmobiliaria ha explotado y ha cercenado las ansias expansionistas del Sr. Montero. Los que dijimos que eso era insostenible desde un principio, fuimos insultados y vilipendiados, pero el tiempo nos ha dado la razón. La única justificación que han explotado hasta la saciedad es el impacto que tal instalación revierte en la economía de la zona, nadie la pone en duda, pero no es tanta como se predica, cuando del Hotel del Presidente de Gecobesa despiden gente en la mejor temporada que ha tenido la estación, o cuando no tienes ningún problema en encontrar mesa en cualquier restaurante de Béjar el fin de semana que dicen que no se cabe en La Covatilla. La ocupación hotelera no llega al completo ni siquiera en invierno salvo contados fines de semana, pero se publicita todo lo contrario.
Condesa y Covatilla tienen una unidad de destino, que sólo puede ser salvada metiendo dinero a espuertas.
Los de Caja Duero tienen que aceptar que hicieron un “pan como una hostia” con la operación, y podían expiar sus pecados poniendo La Condesa al servicio de los bejaranos como parque estilo “Valcuevo”.
Por otro lado, el dinero que exige “Montero” podía ponerse a disposición de esas pequeñas empresas y de esos autónomos que ofertan el 80% del trabajo de este país, y a los que las Cajas les niegan pequeños créditos, porque tienen que invertirlos, seguramente por presiones políticas de quienes las controlan, en descomunales engaños mantenidos a base de bombardear a la ciudadanía con machacones eslóganes.
La jugada es perfecta, traduciendo las palabras de Montero: "o empezáis a poner millones, pa que esto furrule (esperando mejores tiempos para la Condesa e incluyendo la deuda con Caja Duero), o me marcho con mis millones". Eso sí, los culpables de este fracaso siempre serán otros.
Esperemos a la escenografía que se desplegará en la próxima junta general de accionistas del 27 de marzo.
Francisco María Otero
(12/03/2009)
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