El Belén Viviente abarrota de público la Cuesta de la Romana
Las estampas de los belenes navideños cobran vida en los múltiples escenarios naturales que conforman la Cuesta de la Romana del municipio de Candelario. Más de medio centenar de personas suelen participan cada año en la representación del Belén Viviente de la localidad.
TRIBUNA DE SALAMANCA / La Cuesta de La Romana dispone de diferentes espacios del escenario donde se pueden contemplar diversos rebaños de ovejas y sus cuadrillas de pastores calentándose y cenando al calor de una hoguera. Esa travesía se llena de visitantes y de actores improvisados, para presenciar unos y participar los otros, en esta tradicional representación navideña, con la que también se homenajea a las hermanas Vallejera, quienes fueron realmente las promotoras de este clásico y atractivo Nacimiento.
La Asociación Cultural Cuesta de la Romana de Candelario rinde homenaje cada año a las hermanas Vallejera, retomando una tradición que fue iniciada por ellas hace más de una treintena de años, con el objetivo de instalar un Belén Viviente en la villa.
Los vecinos de Candelario, conscientes del atractivo turístico que constituye para los visitantes esta representación, ponen especial interés en realizar bien sus papeles. Los personajes más cotizados son los de San José, la Virgen María y el Niño Jesús. El papel de Niño Jesús lo asume cada año el último bebé nacido en la población serrana, o vinculado a ella.
A pesar del frío y del hielo acumulado en las calles coritas, en esta edición de 2010 que tuvo lugar en la jornada de ayer fueron más de 70 personas las que formaron parte de la organización del tradicional evento navideño acompañando al niño Pablo Hernández, de tres meses de edad, que hacía el papel de Jesús recién nacido, junto con sus padres Ángela y Rubén en los papeles de la Virgen María y San José.
En esta ocasión, la escenificación del portal se ubicó en la misma Cuesta de La Romana, muy próxima a la Casa Consistorial, que se abarrotó de público para presenciar esta representación tan especial de la estampa navideña. Como ya es costumbre, todos los participantes se dividieron en un total de tres majadas, o grupos de pastores, que realizaron un pequeño recorrido por las ‘posadas’ en busca de abastecimiento de viandas para combatir las bajas temperaturas invernales de la sierra con chorizo a la brasa, migas calientes y castañas asadas, o calbotes, aportados en esta edición por el Ayuntamiento de Candelario.
Durante la peregrinación de la Virgen María y San José por los empinados pasos de la localidad, éstos llaman a dos casas solicitando cobijo y siendo sucesivamente rechazados hasta llegar al portal donde nace el niño Jesús. Allí finalmente, acuden, majada por majada, todos los pastores para adorar al hijo de Dios recién nacido, concluyendo la representación con la llegada y ofrenda de oro, incienso y mirra de los tres reyes de Oriente.
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